Una buena oportunidad para tomar nota, abrir bien los ojos y los oídos y aprender de grosos del diseño, entre los que tengo que agradecer a mi prima Glenda (grosísima), a Leo y a todo Boulevard Studio por haberme dado la oportunidad de participar en la feria de tamaño evento el sábado 31 de mayo.
También quiero darle las gracias a Paula, que me hizo el aguante en el puesto, y a Miriam, que con su aporte ayudó a seguir haciendo funcionar el proyecto cartonero (después me gustaría saber si el revistero llegó bien a destino).
En la tercera edición del evento, se sumó a la propuesta de las conferencias y el mural colectivo una feria en la que se pudieron encontrar variados objetos de diseño, desde remeras hasta cuadernos. También estuvo presente la librería Correveidile de Paraná, con Lucas Mercado a la cabeza.
Aprovecho este posteo para destacar que MUVID es organizado a pulmón, y tiene como finalidad socializar conocimiento: un objetivo muy noble y que cada vez se hace menos frecuente.
Es por eso que si el que sustrajo la computadora para uso común el viernes 30 de mayo está leyendo esto, que haga un examen de conciencia y piense bien en el daño que provocó, que reflexione y sepa remendarlo.
Al margen de ese episodio, MUVID no tiene desperdicio; es un acontecimiento al que todo aquel que se precie de diseñador a aficionado debe asistir. Esperemos que haya MUVID para rato.
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